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Rentabilidad del alquiler: corta o larga estancia ¿Cuál es más rentable?

Rentabilidad del alquiler: corta o larga estancia ¿Cuál es más rentable?

Para maximizar la rentabilidad del alquiler en el competitivo mercado español, es crucial que los propietarios elijan cuidadosamente entre las distintas modalidades de arrendamiento: alquiler de vivienda habitual (larga duración), alquiler de temporada, o alquiler turístico (corta duración). Esta decisión dependerá de varios factores, como la ubicación del inmueble, el perfil del inquilino deseado y los objetivos financieros del propietario.

Aunque cada opción tiene sus ventajas y desventajas, el alquiler de larga duración se perfila como la alternativa más rentable para la mayoría de los propietarios, especialmente fuera de las zonas turísticas de alta demanda. Este artículo analiza en detalle por qué la rentabilidad del alquiler de larga duración es la mejor opción, teniendo en cuenta tanto la estabilidad financiera como las bonificaciones fiscales ofrecidas por la Ley de Vivienda de 2024.

Alquiler de Vivienda Habitual: Rentabilidad y Estabilidad

¿Por qué elegir el Alquiler de Larga Duración?

El alquiler de vivienda habitual, o de larga duración, es un contrato a largo plazo que garantiza ingresos estables para los propietarios. Este tipo de arrendamiento es especialmente atractivo en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia, donde se ha demostrado que la rentabilidad neta puede superar en un 15% a la del alquiler turístico​.

Los beneficios de optar por un alquiler de larga duración no solo se limitan a la estabilidad en los ingresos. Los propietarios también pueden beneficiarse de reducciones fiscales significativas, lo que aumenta aún más la rentabilidad neta de este tipo de arrendamiento.

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Ventajas Fiscales con la Ley de Vivienda 2024

Desde la entrada en vigor de la Ley de Vivienda el 1 de enero de 2024, los pequeños propietarios que alquilan sus viviendas en zonas tensionadas han encontrado en esta normativa un incentivo fiscal clave para mejorar la rentabilidad de sus inversiones. Estas bonificaciones están diseñadas para fomentar la rentabilidad del alquiler de larga duración y hacer frente a la crisis de vivienda asequible en las principales ciudades del país. A continuación, se detallan las principales bonificaciones:

  • Bonificación del 50%: Esta se aplica a todos los propietarios que alquilan su inmueble como vivienda habitual en una zona tensionada. Esta deducción directa en el IRPF busca alentar la oferta de alquiler a precios controlados, haciendo que el alquiler de larga duración sea más atractivo en comparación con otras modalidades.
  • Bonificación del 60%: Si la vivienda ha sido objeto de rehabilitación, los propietarios pueden acceder a una bonificación fiscal mayor. Este incentivo promueve la mejora del parque inmobiliario, ayudando a elevar la calidad de las viviendas disponibles para el alquiler, a la vez que se estimula la inversión en reformas.
  • Bonificación del 70%: Esta es especialmente relevante para aquellos propietarios que alquilan por primera vez a jóvenes entre 18 y 35 años o destinan sus inmuebles al alquiler social. La medida tiene un doble objetivo: aliviar la presión sobre los jóvenes que buscan independizarse y fomentar la inclusión de personas en situación de vulnerabilidad en el mercado del alquiler.
  • Bonificación del 90%: Esta es la bonificación más alta y se aplica si el propietario decide reducir la renta inicial en más de un 5% en comparación con el contrato anterior. Este incentivo premia a los propietarios que contribuyen a la estabilización de los precios del alquiler, alineándose con los esfuerzos del gobierno para evitar el sobrecalentamiento del mercado inmobiliario.

Estas Incentivos Fiscales de la Nueva Ley de la Vivienda hacen que la rentabilidad del alquiler de larga duración no solo sea una opción segura en términos de ingresos, sino también la más rentable desde un punto de vista fiscal.

Comparativa con Otras Modalidades de Alquiler

Alquiler de Temporada: Flexibilidad pero Menor Rentabilidad

El alquiler de temporada ofrece flexibilidad a los propietarios, permitiéndoles ajustar el precio del alquiler con mayor frecuencia. Sin embargo, esta modalidad no cuenta con las mismas ventajas fiscales que el alquiler de larga duración, lo que puede reducir significativamente la rentabilidad neta. Además, la rotación constante de inquilinos aumenta el riesgo de vacantes y los costos operativos.

Alquiler Turístico: Alta Rentabilidad pero con Riesgos

El alquiler turístico es conocido por su alta rentabilidad en zonas de alta demanda turística. No obstante, este tipo de arrendamiento conlleva riesgos significativos, como la dependencia de la demanda estacional y los altos costos operativos. Además, las regulaciones locales y la necesidad de licencias especiales pueden complicar aún más la gestión de este tipo de alquiler.

En ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga o Zaragoza, donde el turismo es fuerte, el alquiler turístico en determinados barrios de esas ciudades puede ser más rentable que el alquiler de vivienda habitual. Sin embargo, fuera de estas zonas excepcionales, que están llenas de turistas todo el año, la estabilidad y las bonificaciones fiscales del alquiler de larga duración lo convierten en la mejor opción para la mayoría de los propietarios​.

Consideraciones Adicionales para Propietarios

Gestión y Complejidad

El alquiler de larga duración destaca por su simplicidad en la gestión diaria en comparación con otras modalidades como el alquiler turístico. Este último requiere una atención constante, desde la recepción y despedida de huéspedes hasta la limpieza y el mantenimiento frecuente, así como la gestión de plataformas de alquiler y la respuesta rápida a reseñas y comentarios. Además, el cumplimiento de normativas específicas y la obtención de licencias para el alquiler turístico pueden ser un proceso complicado y costoso, lo que incrementa la carga administrativa para los propietarios.

En contraste, el alquiler de vivienda habitual implica una gestión más pasiva. Los contratos de larga duración reducen la rotación de inquilinos, minimizando la necesidad de constantes trámites administrativos y visitas a la propiedad. Esto no solo disminuye el esfuerzo diario del propietario, sino que también reduce los costos operativos asociados a la gestión de la vivienda. Para los propietarios que buscan una inversión con menor carga de trabajo y más previsibilidad, el alquiler de larga duración es una opción ideal.

Reformas y Mejoras

Invertir en la rehabilitación de la vivienda no solo aumenta su atractivo en el mercado, sino que también puede ser una estrategia clave para maximizar la rentabilidad del alquiler de larga duración. Las reformas, especialmente aquellas que mejoran la eficiencia energética o modernizan la propiedad, pueden hacer que la vivienda sea más competitiva en un mercado donde los inquilinos buscan cada vez más calidad y confort. Además, las mejoras pueden justificar un alquiler más alto, atrayendo a inquilinos dispuestos a pagar más por una vivienda en mejores condiciones.

Desde un punto de vista fiscal, las bonificaciones ofrecidas por la Ley de Vivienda 2024 para propiedades rehabilitadas añaden un incentivo adicional para que los propietarios inviertan en la mejora de sus inmuebles. Estas deducciones fiscales pueden elevar significativamente la rentabilidad neta, haciendo que la inversión inicial en reformas se recupere más rápidamente. Asimismo, una propiedad en buen estado tiende a atraer a inquilinos de mayor calidad, lo que reduce el riesgo de impagos y problemas legales, consolidando la estabilidad financiera del propietario a largo plazo.

En definitiva, tanto la gestión simplificada del alquiler de larga duración como las oportunidades de aumentar la rentabilidad a través de reformas y mejoras hacen de esta modalidad una opción sólida para propietarios que buscan una inversión rentable y manejable.

Conclusión: Alquiler de Larga Duración, la Mejor Opción para la Mayoría

Aunque el alquiler turístico puede parecer tentador debido a su alta rentabilidad en ciertas zonas, el alquiler de larga duración se destaca como la opción más rentable en la mayoría de los casos. Las bonificaciones fiscales de la Ley de Vivienda 2024 refuerzan aún más esta ventaja, permitiendo a los propietarios maximizar sus ingresos de manera estable y segura.

Por lo tanto, salvo en zonas con altísima demanda turística, donde el alquiler vacacional puede ser más lucrativo, la opción de larga duración se posiciona como la más rentable y segura para los propietarios, especialmente considerando los incentivos fiscales que se ofrecen.

Para aquellos propietarios que buscan estabilidad, menores riesgos y beneficios fiscales significativos, el alquiler de larga duración es, sin duda, la mejor opción. La elección de esta modalidad, combinada con una gestión eficiente y posibles mejoras en la vivienda, puede garantizar una rentabilidad óptima y una experiencia de alquiler sin complicaciones.

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